Querer cambiar a alguien
por otro que no es
que fue cuando quería
conquistar y ser amado.
A fin de cuentas somos quienes somos
cuando estamos solos en un cuarto de hotel
solos
somos esos que no tienen a quien llamar
los de los pelos parados y
los que mojan la cama con la toalla
los que se bañan sólo para escuchar un ruido
somos los que vemos frente al espejo
cuando nos apretamos un grano
o nos lavamos los dientes
somos unas máquinas repetidoras
de grabaciones internas que nos recuerdan
"those good old days
that are never coming back"
Querer cambiar a alguien
que no se esfuerza por ser más que
la versión más neutra de su ser
la más anímica e inmóvil
el péndulo detenido
que contempla el paisaje
el mismo paisaje
durante años
es como querer que el charco
se vuelva un océano.
Querer cambiar a alguien
porque alguien que pretendió ser
por otro que no es
por el que nos gustaría que fuera
para alimentar nuestra insaciable imaginación
tiene un precio:
la soledad
es el premio que nos queda
para volver a mirarnos
y replantear la pregunta
hacia el interior
justo en el momento en el que observas
lo que le pasó a tu cara
y juegas con esa nueva elasticidad
que molesta
¿quién soy yo?
¿también estoy descompuesto?
seguro es contagioso
nos decimos
como placebo
Querer cambiar a alguien
por otro que no es
sin amarlo
es como abandonar la carretera
después de kilómetros recorridos
para darse cuenta de que el paisaje
se ha convertido
en un desierto y no un río
cierras la puerta y sigues a pie
sin mirar atrás
ni al otro,
al copiloto,
que nos hizo la plática
todo el camino.
Querer cambiar a alguien
es una batalla perdida
en la que primero se honran
a los caídos
se les respeta y no admira
se les dice adiós antes
de pisar el campo de batalla
para volver a la comodidad
de los cuarteles
y seguir analizando
por qué el mundo sigue tan mal
mientras abandonamos gente
y la archivamos bajo la etiqueta
"causa perdida".
Canción: Lost Cause - Beck
Dibujo: Alina Poulain. Serie: The Tough Ones - Tough 1
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