2011 El año del FLOP

 Tengo la misma ansiedad que tenía el último día de vacaciones antes de entrar al colegio. Son las dos de la mañana y no puedo dormir. Ya rompí mi primera regla del año y soy una pluma cargada de una tinta llamada nostalgia. Depuré mi clóset y fue como hacer un viaje a las varias vidas en las que he estado durante 26 años y cachito.

 Hace unas semanas, mientras comía en Substance, Rafa confesaba que había sido boy scout y preguntaba si alguien más había estado en eso cuando era niño. Yo dije que sí y no lo miré a la cara. Respondió con una extraña naturalidad: "Bueno Alina, es que tú has estado en todo". Por un momento me sentí Matusalén, atestiguando guerras, fiestas, nacimientos, fallecimientos, vaya, me sentí eterna. Sólo me quedó aire para responder: "Sí, es que he vivido varias vidas" (y eso que no era una #MadrugadaDeConfesiones)

 Acabo de poner parte de esas vidas en varias bolsas de plástico, cajas, jugueteros y discos duros. Se me dificulta deshacerme de las cosas porque TODO ES MEMORIA. Voy ligando los puntos para atrás como decía Steve Jobs en su famosa conferencia. Una entrevista de la universidad con alguien que años después sería mi jefe y después mi amigo. Trabajos de la escuela que escribía y luego se publicaban en la columna de algún periódico y eso hizo que mi papá me dejara una nota para decirme que estaba orgulloso de mi logro y que algún día sería como Germán Dehesa. Todavía nos falta, Pá. (Se te extraña Germán)

 Pero más que logros, quiero que este año esté lleno de intentos. De fallar para ganar. Eso es el FLOP en el clown según me enseñaron mis profesores Fernando y Artús. Es un cambio de dirección, de mirada. Algo inesperado que se debe aceptar y trabajar. Nada está realmente mal. Es ir en contra de los hombres rígidos, grises que rechinan los dientes de coraje; sonreír, relajar la mandíbula, sentirse hermoso y sin miedo a fallar. Todo lo contrario, nos encanta fallar, fallamos cuantas veces sea necesario, exageramos la falla y la llevamos hasta sus últimas consecuencias.

 Fallen, amigos míos, regálense esa oportunidad. Se los dice una persona paralizada por la palabra ERROR que permanecía en modo "Perro de mercado" y pidiendo disculpas todo el tiempo (Es algo en lo que actualmente trabajo). Además, sólo son malos recuerdos de experiencias compartidas con personas a las que les molesta intentar, yo creo que por falta de tiempo. Naturalmente no todos son público para compartir nuestras fallas y descubrimientos, pero con las personas indicadas, nuestras hipótesis pueden nutrirse y convertirse en grandiosas exploraciones.

 Cierro con un breve recuerdo. Hace varios años el Museo de San Ildefonso presentó la exposición de Humboldt. Yo no sabía quién era. Me impactó ver sus anotaciones, dibujos, mapas, como si fuera el único sobre la tierra reportando lo que veía. Una auténtica visión adánica. Saliendo del Museo recordé que en la primaria mi amigo Adolfo* y yo queríamos ser paleontólogos para encontrar dinosaurios. Sonric’s había sacado tarjetas de dinosaurios y no descansamos hasta tenerlas todas. Luego empezamos a excavar en el patio de la escuela hasta encontrar huesos (de pollo según mi mamá) que sustentaban nuestra teoría de que antes de que fuera una escuela el patio había sido un cementerio. Un niño se salió del colegio creyendo que esto era verdad. Nuestras investigaciones tenían éxito. Adolfo era una ávido lector de Stephen King y le agregaba unos detalles fantásticos a las historias. Bueno, pues me dispongo a explorar el mundo como si no hubiera Google Maps y se pudiera hacer check-in’s hasta en el baño. Hay terrenos desconocidos, mentes extrañas, cuadernos arrumbados, recuerdos de abuelitos, pistas que nos pueden llevar a un tesoro escondido en nosotros mismos.

 Disculpen que los lleve a estos terrenos. Yo no pretendo ser infantil. Simplemente que he cambiado mi percepción del triunfo y cada vez que veo a alguien que es capaz de reírse de sí mismo, de ayudar a otro o simplemente de respirar a sus anchas pienso que lleva una medalla de oro en su pecho.

 

¡¡¡Feliz año del FLOP 2011!!!

 

 

*El nombre de mi amigo no lo recuerdo. De su cara sí. Para mayores detalles favor de contactar a mi memoria que en tuiter se llama @BolasMoras.

 

Posted via email from Alina Poulain Official Site

2011 El año del FLOP

 

Tengo la misma ansiedad que tenía el último día de vacaciones antes de entrar al colegio. Sin las dos de la mañana y no puedo dormir. Ya rompí mi primera regla del año y soy una pluma cargada de una tinta llamada nostalgia. Depuré mi clóset y fue como hacer un viaje a las varias vidas en las que he estado durante 26 años y cachito.

 

Hace unas semanas, mientras comía en Substance, Rafa confesaba que había sido boy scout y preguntaba si alguien más había estado en eso cuando era niño. Yo dije que sí y no lo miré a la cara. Respondió con una extraña naturalidad: "Bueno Alina, es que tú has estado en todo". Por un momento me sentí Matusalén, atestiguando guerras, fiestas, nacimientos, fallecimientos, vaya, me sentí eterna. Sólo me quedó aire para responder: "Sí, es que he vivido varias vidas" (y eso que no era una #MadrugadaDeConfesiones)

 

Acabo de poner parte de esas vidas en varias bolsas de plástico, cajas, jugueteros y discos duros. Se me dificulta deshacerme de las cosas porque TODO ES MEMORIA. Voy ligando los puntos para atrás como decía Steve Jobs en su famosa conferencia. Una entrevista de la universidad con alguien que años después sería mi jefe y después mi amigo. Trabajos de la escuela que escribía y luego se publicaban en la columna de algún periódico y eso hizo que mi papá me dejara una nota para decirme que estaba orgulloso de mi logro y que algún día sería como Germán Dehesa. Todavía nos falta, Pá. (Se te extraña Germán)

 

Pero más que logros, quiero que este año esté lleno de intentos. De fallar para ganar. Eso es el FLOP en el clown según me enseñaron mis profesores Fernando y Artús. Es un cambio de dirección, de mirada. Algo inesperado que se debe aceptar y trabajar. Nada está realmente mal. Es ir en contra de los hombres rígidos, grises que rechinan los dientes de coraje; sonreír, relajar la mandíbula, sentirse hermoso y sin miedo a fallar. Todo lo contrario, nos encanta fallar, fallamos cuantas veces sea necesario, exageramos la falla y la llevamos hasta sus últimas consecuencias.

 

Fallen, amigos míos, regálense esa oportunidad. Se los dice una persona paralizada por la palabra ERROR que permanecía en modo "Perro de mercado" y pidiendo disculpas todo el tiempo (Es algo en lo que actualmente trabajo). Además, sólo son malos recuerdos de experiencias compartidas con personas a las que les molesta intentar, yo creo que por falta de tiempo. Naturalmente no todos son público para compartir nuestras fallas y descubrimientos, pero con las personas indicadas, nuestras hipótesis pueden nutrirse y convertirse en grandiosas exploraciones.

 

Cierro con un breve recuerdo. Hace varios años el Museo de San Ildefonso presentó la exposición de Humboldt. Yo no sabía quién era. Me impactó ver sus anotaciones, dibujos, mapas, como si fuera el único sobre la tierra reportando lo que veía. Una auténtica visión adánica. Saliendo del Museo recordé que en la primaria mi amigo Adolfo* y yo queríamos ser paleontólogos para encontrar dinosaurios. Sonric’s había sacado tarjetas de dinosaurios y no descansamos hasta tenerlas todas. Luego empezamos a excavar en el patio de la escuela hasta encontrar huesos (de pollo según mi mamá) que sustentaban nuestra teoría de que antes de que fuera una escuela el patio había sido un cementerio. Un niño se salió del colegio creyendo que esto era verdad. Nuestras investigaciones tenían éxito. Adolfo era una ávido lector de Stephen King y le agregaba unos detalles fantásticos a las historias. Bueno, pues me dispongo a explorar el mundo como si no hubiera Google Maps y se pudiera hacer check-in’s hasta en el baño. Hay terrenos desconocidos, mentes extrañas, cuadernos arrumbados, recuerdos de abuelitos, pistas que nos pueden llevar a un tesoro escondido en nosotros mismos.

 

Disculpen que los lleve a estos terrenos. Yo no pretendo ser infantil. Simplemente que he cambiado mi percepción del triunfo y cada vez que veo a alguien que es capaz de reírse de sí mismo, de ayudar a otro o simplemente de respirar a sus anchas pienso que lleva una medalla de oro en su pecho.

 

¡¡¡Feliz año del FLOP 2011!!!

 

 

*El nombre de mi amigo no lo recuerdo. De su cara sí. Para mayores detalles favor de contactar a mi memoria que en tuiter se llama @BolasMoras.

Posted via email from Alina Poulain Official Site