Temporada mate

He aprendido a esquivar insectos como un coche que va en carretera porque ahora camino más rápido. He aprendido a usar el espacio reticulando mis necesidades. Este, el mes pasado, lo denominé el mes de la desgracia, cuando pasó todo-lo-que-tenía-que-pasar. Descubrí que mis carencias tienen mucho en común con mis miedos y podrían entablar sobremesas interminables sin llegar a un acuerdo. Hoy más que nunca conozco el valor de un minuto y de un adiós. Se acabó mi periodo glossy y comienzo mi etapa mate.

Analizo, administro, reporto obsesivamente. Es sólo una parte del proceso. Doy un paso atrás para ver el paisaje sin decir mucho. Eso intento. Es lo que veo que hace la gente contemporánea a mi edad mental. Todo lo guardo en un costal y espero enseñárselo a alguien que coleccione las mismas cosas que yo. Las aventuras tienen otro significado, ahora son materia prima para mis relatos internos, los cuentos que le narro a mi niña interior.

Así es, cada día soy más lenta porque me hago más preguntas que antes, evalúo escenarios posibles sin razón, por hobby, por el gusto de decir que ya lo había pensado, para ganarme la etiqueta de mujer prevenida, no para valer dos sino para unificar el coro de voces dentro de mi cabeza.

Venero el día y la noche como shows irrepetibles y de paga. Aprecio la luz del sol en mi rostro y cada nueva arruga. Estoy cambiando de piel y no necesariamente para renovarme sino para ganar antigüedad. No busco ya nada, quiero que me encuentren a mi. Como un tesoro o alma perdida. Como un camino pavimentado que nunca se inauguró. Ese es el problema de guardar y cargar, de dejar todo para otro momento, de no saberse listo para el ahora y añejar las ganas por temor al error.

Cada persona ha dejado una huella en mí, una canción, un utensilio, un link, una forma de ver. Soy un coctel de mundos, un collage de visiones. Eso es lo que soy. Siempre lo he tenido presente. Dejé la melancolía atrás para fijar la mirada en mis manos y lo que puedo hacer con ellas. Todo el pasado es backup, si  lo pierdo no importa, ya inventarán otra cosa. Todo lo que quiero es aprender, compartir y soltarme del barandal.

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