Otra vez tarde

¿Cuál es la diferencia entre nostalgia y melancolía?

Puede que sólo radique en el tiempo invertido. Una cosa lleva a la otra. La melancolía es el resultado de la nostalgia. Un montón de suspiros, hubieras, temores, proyectos inconclusos, escritos que nunca tuvieron forma, pendientes.

Uno de los hábitos de quienes anhelamos haber hecho más es guardar las agendas porque pensamos que algún día, algún día que "tengamos tiempo" haremos todos esos pendientes que no están tachados. Para tomarlos en cuenta después. 

Estuve estudiando con detenimiento los comportamientos de los obsesivo complusivos y me identifico en una cosa: la incapacidad de terminar los proyectos que están relacionados con la proyección a futuro. ¿Será verdad que no todos podemos ver más allá del hoy? Esto afecta severamente todos los compromisos que podamos hacer después de hoy, ya sean deudas, proyectos, relaciones, reuniones y matrimonios. Debo confesar que con el tiempo he desempeorado, es decir, he mejorado sólo un poco. He logrado este nimio paso gracias a los demás, a esa presión de tener a alguien esperándome, a la urgencia de disculparme por no calcular bien mi tiempo. 

Una vez platicaba con otra amiga que también llega tarde a su trabajo sobre la vez que pisó la oficina a las once de la mañana, que para efectos oficinísticos, es increíblemente tarde. Tuvo a bien pasar a una tienda de cupcakes (diag! tan de "moda") y repartirlos entre sus compañeros para pedir disculpas. Pensé que sería una excelente manera de disculparme, pero muy cara. Sólo lo pude hacer una vez, pero también sería una forma de contribuir a la obesidad del mundo, de la que yo misma no puedo librarme.

Toco el tema de llegar tarde porque, aunque me reconforta no ser la única entre mis amistades y familia ( por ende tal vez lo veo "normal") porque me encontré una nota en LinkedIn que me dejó boquiabierta: Marissa Mayer, CEO of Yahoo is ALWAYS LATE!. Describían cómo llegaba desde unos minutos tarde hasta más de dos horas y nadie estaba dispuesto a esperarla.

Por supuesto que tienen razón y uno no puede acarrear esos problemas ni cuando es un junior, ni un senior ni mucho menos un CEO. Llegar tarde perjudica el trabajo de una persona y miren que si lo sabré yo. Sí, es una cuestión de organización, de ser decisivo y levantarse, pero se debe tener muy claro qué es lo que se quiere lograr en el día para tener el impulso y la fuerza necesaria en las piernas para ponerse de pie.

Puedo decir que en todos los trabajos en los que he estado, tengo un momento crítico en el que debo reenamorarme de mi trabajo, para agarrar nuevos bríos y encontrar un nuevo "sixpence". Pero si no puedo reenamorarme simplemente termino echando todo a perder, caigo en el profundo abismo de la nada a la que sólo le siguen una serie de regaños y culmina con una despedida o renuncia.

Uno puede acostumbrarse a llegar temprano de manera automática, robótica si se quiere y punto, mas en mi caso, debe haber un fuerte motivo, una causa para salir y conquistar el mundo. Es pasión, fatua sí, pero pasión a fin de cuentas. No se puede pedir pasión todos los días. No está en el menú. Para obtenerla se necesita una investigación, un plan que evalúe los siguientes pasos y depués PAAAAAF!! explotar, salir con algo nuevo, increíble que nos dé gasolina para seguir con lo demás.

Anteriormente obtenía esta gasolina de mi trabajo como artista, pero he dejado tanto de lado mi parte artística que sólo puedo concentrarme en mis "to-do's" de Clear y Things. Si me preguntan, eso es todo lo que soy: mi libreta de pendientes, de las cosas que no he escrito, de todo lo que tengo en la cabeza y cuento en las pocas borracheras a las que voy.

Hace unos meses, hice un descubrimiento interesante: entendí que para mí el trabajo no es sólo la manera de pagar mis deudas sino de aprender y ser mejor todos los días (no de la manera en que Toño Esquinca lo diría) pero me impulsa y, lo más importante de todo, es la manera de conseguir constancia. Ahh la anhelada constancia que tanto me falta. Constancia ven a mí, ya tengo casi todo, sólo me faltas tú. Necesito practicar con los "tiny habits" para poder lograrlo.

En definitiva, el día en que me tatúe algo será un reloj, ese invento para medir lo inmesurable, que me recuerde lo pobre que puedo ser al desperdiciar el tiempo. 

En mi favor y para terminar, debo decir que nunca he sido un mal elemento en donde he colaborado. Siempre me han recordado con cariño y tengo la certeza de haber aportado mucho, no osbtante necesito más tiempo para mí y todo lo que quiero hacer pero para eso sólo necesito un ingrediente: creer en lo que hago, creer en mí misma y avanzar sin ver atrás. Ese será el momento en el que por fin llegue temprano.

Ap-melancolia

Posted via email from Alina Poulain Official Site

0 comentarios: