Hay momentos en que no deseamos avanzar por más necesario que parezca.
Hay un espacio de comfort que se alcanza a cierta edad en la que buscamos ese tiempo para no hacer nada y ver un punto fijo por horas no parece una tontería sino un "lujo" que pocos pueden darse.
Es una procastinación diagnosticada, necesaria, solitaria y silenciosa que tiene como objetivo evitar infartos o diabetes.De repente, moverse parece una tontería ¿Para qué cambiar? no hace falta si tenemos todo lo que necesitamos aquí, sólo aquí.
Esta semana me dijeron que posiblemente tendría que dejar mi estudio y me entristecí mucho. Probablemente no lo he aprovechado al máximo y he pintado poco, pero ese espacio en el que puedo ver con claridad cada amanecer y atardecer, en el que puedo estar en contacto con el aire de la calle, en el que puedo ver las estrellas y la luna es mi foco, ese espacio es mío. Aunque rente, no me imagino desperdiciando espacio en un departamento convencional donde tendré que meter muebles o cajas para no estar sola, con ese eco que molesta, muchas esquinas disponibles para alojar telarañas y guardar humedad.
No me quiero ir, por primera vez en mi vida no quiero huir. Según dicen, a eso se le llama madurar y el primer paso lo di al momento de contratar una línea de Telmex. Mi mamá me felicitó porque era una acción de "gente grande", algo que por primera vez es tuyo, que está a tu nombre. No sé por qué el contratar una línea celular no se festeja de la misma manera, pero lo fijo tiene cierto encanto, da seguridad, conforma lo que llamamos patrimonio.
Empecé a buscar otros estudios o departamentos pero todos tenían invconvenientes: estaban muy lejos, tenían vecinos jóvenes, nos les daba la luz, tenía que compartir con alguien más y supe entonces que no quería moverme de ahí. Sé que hay mejores lugares, más baratos, más prácticos, mejor ubicados, más sólidos pero no los quiero, yo quiero quedarme donde estoy.
Entonces me puse a pensar en las personas a las que, en algún momento, les he dado un consejo, a todos aquellos a los que les he dicho que cambien y que avancen porque hay mejores lugares allá afuera. No pude seguir mi propio consejo. Pensé en una persona a quien intentaba mover y que no quería hacerlo, hasta ese momento lo entendí. No era yo quien lo convencería, ni nadie podría hacerlo. Tiene las anclas bien puestas en un lago muy profundo. En un mapa de localización cercano, aparece la leyenda "Usted está aquí y aquí permanecerá". Aferrarse al tiempo también es una forma de estancamiento y ahora que lo entiendo me alejo para pensar y regresar a mi cama donde descargo el cansancio provocado por mis aventuras diarias.
Avanzar tiene diferentes significados y no siempre tiene que ver con la posición física o geográfica. Avanzar no es dar un paso, es tener la mirada en el objetivo, es tener la fuerza en las piernas para atacar en el momento preciso, es aprender a ser paciente.
Esta es una nueva etapa en mi vida en la que debo revisar todo lo que he recolectado a lo largo de 28 años y ver para qué me sirvió, qué aprendí y cómo puedo transmitirlo. Necesito estar sentada y trabajar duro por lo que quiero, sin embargo, mi deseo más grande ahora es llegar a casa donde nadie me espera.
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